
Dentro de la formación integral que ofrece la Unidad Educativa San Luis Gonzaga, el cuidado de la Casa Común es un aspecto de suma importancia al alinearse a la Encíclica Laudato Sí del Papa Francisco. En este marco, el martes 30 de noviembre se realizó la inauguración del huerto ecológico en la unidad educativa, a cargo de la rectora, Carmen Cañas, el ingeniero agrónomo, Johny Vinueza, padre de familia del colegio y encargado del diseño del huerto, y docentes del área de Ciencias Naturales.
El huerto se ubica detrás del edificio de Educación General Básica Media y cuenta con 12 metros de longitud. Cuenta con 23 camas de tierra que pueden ser utilizadas por los estudiantes con cualquier tipo de siembra. El sistema de riego es por goteo y se realiza de manera automatizada. En las próximas semanas se habilitará el espacio de lombricultura para aprovechar los desperdicios orgánicos generados en el colegio para producir abono.
Carmen Cañas motivó a los docentes del área de Ciencias Naturales a pensar en proyectos interdisciplinarios que permitan el aprovechamiento de este espacio en el amplio tema botánico y del cuidado ecológico. Los docentes mostraron su interés por la cantidad de actividades que se pueden realizar en este lugar.
El día de inauguración coincidió con la visita de Francisco Robalino, director ejecutivo de la Red de Unidades Educativas Ignacianas (RUEI), quien estuvo presente en las nuevas instalaciones. Él manifestó que el vivero es un «espacio y momento propicio para que los estudiantes pongan en práctica sus conocimiento, el primer lugar, de la asignatura de Ciencias Naturales, pero ojalá se pudiera traspolar a otras áreas del conocimiento que tienen que ver más bien con el emprendimiento, las artes, la física, muy probablemente, yo diría que incluso todas las ciencias sociales y otras». Dijo también que la expectativa se genera por el protagonismo que los docentes deben manejar en este momento, para analizar, proponer y diseñar estrategias, bases curriculares, proyectos y acciones que permitan el uso adecuado de este espacio, siempre apuntando al modelo de persona que deseamos formar como institución jesuita.








La Coordinación de Formación Espiritualidad programa y facilita espacios de crecimiento espiritual para los distintos miembros de la comunidad y promueve la identidad ignaciana.
Buscando dar respuesta a la complejidad de las dinámicas sociales, la acción social consciente es un verdadero bastión de lucha por una sociedad humana, justa y equitativa. Al hablar de una acción social consciente se debe tener una visión que contribuya con la transformación social a través de la toma de conciencia de nuestra condición de seres humanos como un solo complejo donde todos los miembros sean reconocidos como actores y poseedores de una diversidad de recursos necesarios para conformar un verdadero proyecto humano.

