
En la Unidad Educativa San Luis Gonzaga nos preparamos con alegría para celebrar nuestras fiestas patronales en honor a la Virgen Dolorosa, signo de fe y amor que ha acompañado nuestra historia desde su fundación, hace 65 años.
Esta celebración es una oportunidad para renovar nuestro compromiso de transformación social desde la espiritualidad, la educación de calidad y el sentido de comunidad que nos identifica.
La apertura de nuestras fiestas estará marcada por la kermés «Somos Gonzaga», el sábado 5 de abril: un espacio vibrante en el que la familia Gonzaga compartimos nuestra identidad. A través de juegos, emprendimientos, muestras artísticas y el trabajo colaborativo de estudiantes, familias y educadores, daremos inicio a esta semana especial en la que el corazón del centro late con más fuerza.

Durante toda la semana de fiestas, la ciencia, el arte y la cultura serán protagonistas. Exposiciones, presentaciones y encuentros serán el reflejo del talento, la creatividad y la pasión por aprender que nos caracteriza. Cada actividad será una muestra del compromiso de nuestra comunidad por construir un mundo mejor desde la educación ignaciana.



Bajo el eslogan “Gonzaga: conectados al mundo, construyendo comunidades”, celebramos con orgullo ser parte de esta familia. Ser Gonzaga es vivir con propósito, desde el carisma ignaciano y sentirnos hijos e hijas de la Dolorosa. Que estas fiestas patronales nos inspire a seguir creciendo juntos, para transformar el mundo.


La Coordinación de Formación Espiritualidad programa y facilita espacios de crecimiento espiritual para los distintos miembros de la comunidad y promueve la identidad ignaciana.
Buscando dar respuesta a la complejidad de las dinámicas sociales, la acción social consciente es un verdadero bastión de lucha por una sociedad humana, justa y equitativa. Al hablar de una acción social consciente se debe tener una visión que contribuya con la transformación social a través de la toma de conciencia de nuestra condición de seres humanos como un solo complejo donde todos los miembros sean reconocidos como actores y poseedores de una diversidad de recursos necesarios para conformar un verdadero proyecto humano.

