El sábado 16 y domingo 17 de diciembre, el Grupo Misionero Francisco Javier de la Unidad Educativa San Luis Gonzaga asistió a la comunidad de Cotundo, en la provincia de Napo, al ser invitados a la Campaña de Navidad “Nací para amar”, iniciativa que, impulsada desde la Oficina de Juventudes y Vocaciones, busca organizar un trabajo que congregue a las diferentes obras que se encuentran en los territorios en los que la Compañía de Jesús sirve en el país. Nuestros misioneros prepararon un agasajo navideño para niños, niñas, familias y adultos mayores de la zona.
Sin duda es una experiencia especial, es una experiencia increíble, el poder salir de misión y ver la realidad de otras personas. El poder sacar una sonrisa con cosas tan sencillas y para uno talvez cotidianas, le llena a uno y no de una felicidad material, más bien una tranquilidad de que con cosas pequeñas puedo hacer felices a muchas otras personas. El salir de misiones ayuda a sacar nuestro lado mas justo y solidario para entre todo amar y servir.
Ian López
3 BGU A
Esta experiencia a pesar de ser solamente dos días, puedo asegurar que lo recordaré siempre. Creo que con palabras no puedo expresar lo emocionante, lo divertido y lo mucho que llena, saber que puedes contribuir con la felicidad de alguien más. Quizás esta es una clase de emoción que no entiendes hasta que lo vives y sé eso porque a mí me pasó, y por eso también entiendo por qué tanta gente nunca se cansa de vivir esto. Agradezco mucho poder ser parte de esta experiencia, de poder observar la sonrisa de la gente y saber que tú eres la causa. Para mí, estos dos días estuvieron llenos de muchas emociones, el poder compartir con más personas, con tus compañeros, conocerlos y vivir diferentes situaciones, así sean momentos felices, tristes, serios o aburridos, hacerlo juntos vale más que cualquier cosa, sin duda, son experiencias que no se repiten, pero que se quedarán para siempre en la mente y corazón.
Romina Acevedo
3ro BGU
La Coordinación de Formación Espiritualidad programa y facilita espacios de crecimiento espiritual para los distintos miembros de la comunidad y promueve la identidad ignaciana.
Buscando dar respuesta a la complejidad de las dinámicas sociales, la acción social consciente es un verdadero bastión de lucha por una sociedad humana, justa y equitativa. Al hablar de una acción social consciente se debe tener una visión que contribuya con la transformación social a través de la toma de conciencia de nuestra condición de seres humanos como un solo complejo donde todos los miembros sean reconocidos como actores y poseedores de una diversidad de recursos necesarios para conformar un verdadero proyecto humano.